NUESTRAS ACTIVIDADES DE CONVIVENCIA


Nuestra palabra favorita es
APRENDER.

Siempre marcha con su inseparable:
ENSEÑAR.

Rescatamos la Educación desde el lado humano de la enseñanza.

Abrimos nuestra caja de herramientas para reparar corazones que se están oxidando
por el odio, la rabia, la ira, la envidia, el desprecio,
la soledad, la envidia, la apatía, la desidia, el aburrimiento...

Nuestros utensilios:

Responsabilidad, colaboración, compromiso, ayuda,
participación, apoyo, respeto, solidaridad,
escucha, disculpas, paciencia, creatividad...

Afrontamos los conflictos. No miramos a otro lado.
Un conflicto aparcado, desatendido, ignorado,
es una bomba de relojería
que cuando explota puede alcanzar a cualquiera.
Y somos más de 1.000 en un espacio que se quedó pequeño.

Cuando “arreglamos” un conflicto no desaparece,
evoluciona
pero se convierten en una parte positiva de la relación entre todos.

Pacificar el aula es el primer tema de cada asignatura.
No hay progresión académica sin que haya progresión en los conflictos.

Los alumnos y alumnas tienen la obligación y el derecho
de participar con los profesores dialogando y construyendo
responsabilidad y colaboración
en la solución de los problemas.

Todo lo que dicen los temarios está a un sólo clic de “google”;
sin embargo,
la paciencia, la comprensión y el afecto
de cada profe al transmitirlo,
si el aula está pacificada,
será recordado y es irrepetible.

Es imposible separar las emociones de los contenidos académicos.
Eso sólo lo hacen los robots,
pero ellos no tienen creatividad, flexibilidad, persuasión...